¡Oh San Juan Bosco,
padre de la juventud!
Tú que supiste durante tu vida mortal,
educar a los niños
y a los jóvenes,
el santo amor de un padre
y la ternura de una madre,
te ruego tomes bajo tu protección a mis hijos.
Enséñales a cumplir sus deberes,
hazlos dóciles y obedientes
para que sean consuelo de sus padres.
¡Oh Don Bosco:
a ti acudo con el corazón lleno,
de mil inquietudes,
tú sabes qué difícil es hoy
educar moralmente a los jóvenes,
y qué tremenda
es la responsabilidad de los padres.
Ven pues, en mi auxilio;
¡Oh Don Bosco
padre de la juventud!
Tú que supiste durante tu vida mortal,
educar a los niños
y a los jóvenes,
el santo amor de un padre
y la ternura de una madre,
te ruego tomes bajo tu protección a mis hijos.
Enséñales a cumplir sus deberes,
hazlos dóciles y obedientes
para que sean consuelo de sus padres.
¡Oh Don Bosco:
a ti acudo con el corazón lleno,
de mil inquietudes,
tú sabes qué difícil es hoy
educar moralmente a los jóvenes,
y qué tremenda
es la responsabilidad de los padres.
Ven pues, en mi auxilio;
¡Oh Don Bosco