San Bartolome se levantó,
cuando el gallo cantó,
a Jesucristo encontró pies y manos le besó,
pies y manos le lavó,
Jesucristo preguntó,
donde va Bartolomé,
Señor con usted me iré,
a los cielos subiré a los ángeles veré,
vuélvete Bartolome a tu casa
y tu mesón que yo te daré mi don,
en casa que sea penetrada
no caerán piedras ni rayos,
ni morirá niño de espanto,
ni hombre sin confesión,
el que sabe esta oración,
a la hora de su muerte,
a la hora de su muerte,
quien la sabe y no la reza,
quien la oye y no la aprende,
el día del gran juicio
sabrá lo que esta oración contiene.
Amen.
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