Santísima Virgen María,
Que por gracia de Dios fuiste concebida,
Eres norte, guía y puerto de salvación
Para quienes con tanto amor y devoción
Recurrimos a ti a suplicarte amparo,
Que mejores nuestras vidas
Y nos procures la salvación.
Los brillantes resplandores
Que tus hermosas manos despiden
Son las gracias que en la tierra
Tus fervorosos hijos recibimos,
Cuando en el pecho llevamos
Tu prodigiosa medalla,
Y a ti, imploramos ayuda.
Santa, madre y señora mía,
Hoy a ti recurro para pedirte favor,
Pues un milagro necesito,
Con tu consuelo y ayuda,
Para poder solventar mi difícil situación,
Que me oprime, angustia y desespera,
Y para la que no encuentro solución.
Madre mía,
Vivo días muy desdichados, Elija el camino que elija,
No consigo llegar a buen destino,
Mis trabajos no me rinden,
El dinero no me alcanza,
Las deudas se me acumulan
Y hasta el sustento me falta.
Mi señora tú que eres piadosa,
La única esperanza que tengo,
Es tu medalla, que conmigo llevo,
Y me ampara tu promesa
De que protegido por ella,
A salvo de todo mal estaría.
Ayúdame, madre divina,
No permitas que tanto siga sufriendo,
Deposita uno de tus rayos en mí,
Que aunque pobre pecador, Hijo tuyo soy,
Muéstrate clemencia y piedad,
Pues me encuentro desahuciado,
Y solo un milagro tuyo,
Puede cambiar mi vida.
Amén.
Hacer con mucha humildad, fe y esperanza
Una petición de corazón a la Virgen de la Medalla Milagrosa
Y muy pronto veras los resultados.
Rezar el Padre Nuestro, Ave María y el Credo.
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