¡Yo os invoco
Duendes de San Patricio!:
del Roble y la Hierba,
Señores del arco Iris,
patrones del oro,
custodios del trébol,
servidores de San Patricio.
Venid a mi hogar,
con buena cerveza de Malta os recibiré
y habrá golosinas de miel
para todo aquel que quiera
compartir mi mesa.
Duendecillos, servidores de San Patricio,
guardianes del oro
y de los tesoros escondidos,
dueños de la fortuna,
traed a mi casa, con vosotros,
la abundancia y la buena suerte.
Compartid con los habitantes
de esta, vuestra casa,
los dones que guardáis,
para que aquí nunca falten
los recursos económicos
para cubrir nuestras necesidades
y los billetes en nuestras carteras.
Venid y traed la música,
los juegos, la salud, la alegría.
Sed benevolentes,
que aquí sois bien recibidos
y os daremos refugio y alimento,
miel y flores, agua y cerveza.
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